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Debut de Kevin Smith, y la verdad, una película de culto. Aunque personalmente, la veo muy inferior a ¨Mallrats¨ y a su secuela.
Aún así, es una película bastante agradable, con diálogos memorables, secuencias divertidas y dos personajes a veces envidiables por su sencilla pero divertida vida y forma de ver la vida (cuando se es joven) como Randall Graves y Dante Hicks.
Aquí sin duda, Jeff Anderson, demostró talento para la comedia, aunque fue un actor muy desaprovechado y es una pena.
Caso parecido al de Brian O¨Halloran, aunque esté tuvo bastantes más incursiones cinematográficas.
La primera aparición de la divertida pareja, mítica para los jovenes de los noventa, Jay y Bob.
En fin, no es una obra maestra, es cine independiente y es lo que tiene... el director realiza varias funciones más además de dirigir, teniendo que poner dinero y al final, el resultado no siempre es satisfactorio, aquí por suerte sí, concidió en una época en el que el cine juvenil, cine dramático casí todo relacionado con drogas y una generación venida de los ochenta bastante inestable, era algo curioso de ver.

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